Estamos finalizando el 1º Desafío Asturias en moto, nuestra ruta-aventura y me dicen que si puedo escribir algo de esta prueba.
Cojo mi bloc de notas ya que una vez pase el tiempo tengo miedo de no poder escribir lo mismo que siento en este instante.
En este momento son todo sensaciones. Sensaciones muy buenas. Me he dado cuenta de que los moteros son de otra especie.
La historia ocurrida es la siguiente y podéis preguntárselo a los 210 participantes del Desafío. Todo comenzó el año 2006 cuando veníamos de Jerez, y entre un amigo y yo decidimos crear un moto-club que se llamaría Luka’s – Team (en estos momentos somos 91 socios). En la página web que diseñé, creé un personaje ficticio llamado el Luka’s hechicero, al que nos encomendamos para que no llueva y la verdad, es que psicológicamente funciona. O funcionaba……….
Uno de nuestros primeros socios nos comentó que había visto que en Italia hacían una concentración que se llamaba los 100 puertos y que nosotros podíamos hacer algo parecido. Entonces decidimos hacer algo distinto de lo que estábamos acostumbrados a ver en nuestras salidas a diferentes lugares.
Esta prueba se celebró los días 9 y 10 de Junio. Teníamos inscritos 240 participantes y días antes estábamos algo preocupados porque en internet figuraba que llovería y no podíamos suspender la ruta, ya que los hoteles estaban contratados.
La tarde anterior en la zona donde se iba a tomar la salida, cayó una tremenda tormenta por lo que empezamos a creer que todo se iría al traste y que el trabajo de los últimos 9 meses no habían servido de nada.
El día 9 por la mañana, amanece sin llover. Tanto mi amigo (presidente del moto-club) como yo, nos dirigimos a la salida de la prueba y allí todavía no había nadie. Las miradas cruzadas de ambos nos delataban de lo que estábamos pensando (“como no acudan muchos vaya chasco”). LLegan la televisión de nuestra provincia y reporteros gráficos de la zona y allí no aparece nadie.
Tras unos minutos que sinceramente pasaron muy despacio comienzan a llegar poco a poco hasta llegar a los 210 que tomaron la salida. Primera prueba superada.
Salimos desde la localidad de Ribadesella y nos dirigimos a Cangas del Narcea por todos los puertos de la zona occidental de Asturias hasta recorrer 550 kilómetros. Cuando habíamos recorrido un tercio de la ruta comienza a llover. Llueve de una manera que hacía tiempo que no lo veía, y al vivir en Asturias he visto llover alguna ocasión que otra. Posteriormente cae una granizada que en las fotos parece que se trata de un fotomontaje, ya que eran enormes.
La mayoría de los participantes toman rutas alternativas y se dirigen a la meta. Algunos otros, los más osados, siguen haciendo la ruta. Desde la meta pienso que éstos últimos se van a quejar a la organización, por no suspender el recorrido, pero todo lo contrario cuando llegan se están riendo y gastándose bromas. Están todos como si hubiesen caído a una piscina, pero no les importa. Un participante pregunta a gritos: “¿quien es el tío que me ha dejado el pantalón de agua?” , no se conocen de nada, pero en ese momento comienzan a hablar y seguramente se hagan buenos amigos. Algo así nunca se olvida.
Más tarde llega uno con un perro. No creáis que venía caminando. El hombre traía el perro en una caja amarrada a la parte posterior del asiento de la moto. Como os podéis imaginar al día siguiente su foto salió en los periódicos.
A las 10 de la noche cuando ya estamos cenando llegan los 5 ó 6 últimos. Acaban de recorrer 550 kilómetros durante 12 horas con lluvia, granizo, niebla, etc. Un calvario en el que uno de ellos conduce una moto Vespa.
Si, habéis leído bien, una Vespa. Al conductor le veo hacer gestos de estar molesto y como organizador me acerco a él para preguntarle que le pasa y me dice que no es que esté molesto con la organización sino que acababa de pinchar y se tenía que poner a cambiar la rueda. Segunda prueba superada, además tuvimos la suerte de que la Vespa lleva rueda de repuesto. De no ser así a este hombre se le había acabado la prueba ya que el día siguiente es domingo y seguramente no la hubiese podido reparar.
El domingo día 10 realizamos los 220 kilómetros que nos restan, sin ninguna novedad reseñable. Realizamos una comida y sorteamos unos regalos para finalizar el desafío. Durante el sorteo de regalos me emociono por la cantidad de horas de trabajo y el apoyo de algunos incondicionales como el “il Doctore Lukas”, así se denomina el que diseñó la página del desafío y como podéis ver es fan incondicional de Valentino Rossi.
Esperemos que no sea el último desafío y lo será cuando no se tengan las sensaciones que ahora mismo tengo al recordar lo sucedido.
Ah, por cierto, el perro se llamaba trapo. En la caja un cartel así lo indica. Y su dueño lo había encontrado en una concentración pasada. Después de ese día son inseparables.
Sobre el destino del Luka’s hechicero; ya veremos…………………………
Un saludo para todos los moteros y en especial para todos estos que sienten que la moto es algo más que un vehículo de 2 ruedas; son sensaciones. Todos los moteros son la leche.
Crónica de juaku «lukas». Vicepresidente-Tesorero de la Peña Motera Luka’s – Team.
Gracias por las fotos enviadas desinteresadamente.